LIBERAR A LAS PERSONAS DEL HAMBRE
Creciendo Para Dar
Creciendo Para Dar es una organización sin ánimo de lucro 501c3 registrada que desarrolla proyectos y asociaciones para liberar a las personas de hambre en todo el país y en todo el mundo.
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Al acercarse la temporada navideña, nos hemos estado haciendo una pregunta muy sencilla: ¿Cuál es el regalo más significativo que has recibido en tu vida?
Quizás pienses en tu manta favorita, una joya especial o el videojuego más reciente. Tal vez fue algo hecho a mano: un álbum de fotos, una bufanda, un cuadro enmarcado que te hizo sentir visto o vista. Fuera lo que fuera, probablemente supiste en el momento en que lo tuviste en las manos que lo ibas a atesorar para siempre.
Durante las fiestas, es fácil quedar atrapados en el ajetreo: listas de compras, decoración, planear las comidas y tratar de encajarlo todo. Las familias se ocupan eligiendo el árbol perfecto o preparando sus cenas favoritas de Navidad (nos cansamos solo de pensarlo).
Pero para quienes se enfrentan a un diagnóstico de cáncer que cambia la vida, las fiestas pueden verse muy diferentes. Estés en tratamiento o cuidando de alguien que lo está, la vida suele desacelerarse. Las prioridades cambian. El enfoque se ajusta a lo que de verdad importa: el tiempo, el amor, la presencia y esos pequeños gestos que hacen que los días difíciles sean un poco más llevaderos.
Para el artículo de esta semana invitamos a pacientes oncológicos actuales, sobrevivientes y cuidadores a compartir historias sobre el regalo más significativo que recibieron durante las fiestas mientras atravesaban el tratamiento o la recuperación.
Las respuestas que recibimos fueron alentadoras, conmovedoras y, a menudo, muy divertidas: un recordatorio poderoso de que un regalo significativo no tiene que ser grande ni costoso. Solo necesita darse con amor, presencia y consideración.
De: Rebecca Bloom – defensora, orientadora, oyente
Rebecca ha trabajado con pacientes con cáncer durante décadas en el área de salud de la mujer. El regalo que ofrece no viene envuelto en papel ni atado con un lazo, pero para muchas mujeres les cambia la vida.
“Después de trabajar con pacientes con cáncer durante muchos años como defensora, orientadora y oyente, me he dado cuenta de que el regalo más significativo, especialmente durante la estresante temporada navideña, es un cuaderno de hojas sueltas que guardo en mi escritorio. Le digo a la mujer a la que estoy acompañando que me entregue todos los papeles—las explicaciones de beneficios, facturas, notas y notificaciones—y me ofrezco a vigilar los plazos y revisar que todo sea correcto. También me comprometo a encargarme de cualquier apelación que sea necesaria. No es un regalo tradicional, pero alivia la ansiedad, hace que las mujeres se sientan menos solas en sus procesos de salud y crea más espacio para su sanación.”
A veces, el regalo más significativo es simplemente: no tienes que cargar con esto sola.
De: Edward, sobreviviente de linfoma no Hodgkin desde hace 13 años
Edward compartió una historia de la Navidad de 2011, apenas tres semanas después de que le diagnosticaran un raro linfoma no Hodgkin de células B grandes, tipo Burkitt (etapa 1B). Ya había completado su primera ronda de quimioterapia y sentía que su vida comenzaba a desmoronarse.
Aun así, le encanta la Navidad: las luces, la alegría, las tradiciones, y estaba feliz de poder ir a casa, aunque solo fuera por un momento, para escapar de los hospitales, las agujas y la quimio.
Para dar contexto, el año anterior su hermana menor había pasado por un momento muy difícil. Edward le dijo:
“Escucha Hold On del musical The Secret Garden; a mí me ha ayudado a salir adelante, y a ti también puede ayudarte. Encuentra fuerza y valor en la música.”
No tenía idea de hasta qué punto ella tomaría esas palabras en serio.
La mañana de Navidad, con toda la familia reunida alrededor del árbol, su hermana pequeña tomó con entusiasmo el primer regalo y le entregó un paquete delgado y cuadrado.
Dentro había una foto en blanco y negro de los dos en la playa, de su última visita antes de que comenzara la quimioterapia. Alrededor de la foto, un amigo artista había pintado la letra de Hold On:
«Es esta tormenta, no tú, la que está destinada a desvanecerse; ¡aguanta!»
En ese momento, Edward se dio cuenta de que su hermana no solo había escuchado su consejo, sino que lo había tejido de vuelta en su vida justo cuando más lo necesitaba.
Hoy, 13 años después, esa obra de arte sigue colgada en un lugar destacado de su casa: un recordatorio diario de seguir adelante, de resistir y del amor y apoyo incondicional de su familia.
Edward comentó que esta experiencia es parte de la razón por la que ahora está lanzando The Remission Film Festival con Blood Cancer United en 2026, el primer festival de su tipo que presenta a creadores que han sido impactados por el cáncer.
De: Nancy Thompson – hermana, publicista, narradora
Nancy utilizó sus habilidades de relaciones públicas de la forma más personal posible: para su hermano Ritchie.
Ritchie era un contrabajista formado en Juilliard que reconstruía violines antiguos desde su taller en Long Island mientras luchaba contra un cáncer cerebral y criaba a un hijo con autismo severo. En 2005, Nancy vio una convocatoria en ProfNet de la revista Entrepreneur que buscaba historias de éxito en eBay de seis cifras.
Ella presentó la historia de su hermano… sin decírselo.
Dijeron que sí. Un fotógrafo apareció en su puerta. El reportaje publicado se convirtió en un regalo que él llevó consigo el resto de su vida. Capturó quién era más allá de su enfermedad: su talento, su creatividad y su silencioso impacto en los demás.
Después de que él falleciera en 2011, esa misma foto se exhibió en su funeral. Más tarde, un antiguo cliente cuya vida Ritchie había cambiado silenciosamente se llevó la foto a casa.
Como dijo Nancy, fue entonces cuando realmente entendió lo que las relaciones públicas—y el arte de contar historias—pueden hacer:
Puede dar testimonio de la vida de una persona.
Puede decir: “Tú importaste.”
Más adelante escribió sobre esta experiencia en su artículo de Substack, “A Visitation, A Feature, A Lasting Legacy”.
De: Julie Daubenmire – mamá de una niña con cáncer pediátrico
A la hija de 10 años de Julie le diagnosticaron osteosarcoma, una forma poco frecuente de cáncer de hueso, en agosto de 2024. En esa temporada navideña, una organización sin fines de lucro de cáncer pediátrico en el centro de Ohio, NC4K, les ofreció un regalo que iluminó su mundo de la manera más sencilla y mágica.
Voluntarios llegaron a su casa para colgar luces de Navidad y decorar el jardín. La familia pudo elegir los adornos del césped de un catálogo en línea: muñecos de nieve, bastones de caramelo, un duende.
Julie nunca olvidará esa tarde. Su hija miraba desde la ventana mientras los voluntarios transformaban su hogar en una escena festiva y resplandeciente. Ese recuerdo todavía le saca lágrimas.
Hoy, su hija está en remisión. Y cuando la gente le pregunta a Julie qué pueden hacer por las familias que enfrentan el cáncer durante las fiestas, su respuesta es sencilla:
“Reúnan a un grupo o contraten a una empresa para decorar su casa.”
Porque a veces la alegría se parece a luces titilantes frente a una ventana cansada de hospital.
De: Jen Davidson – hija, madre, guardiana de recuerdos
En 2019, la mamá de Jen estaba en cuidados paliativos. Ella y su hermana ya habían perdido a su papá cinco años antes. Se turnaban para dormir junto a su mamá, alternando noches para que la otra pudiera descansar.
Una noche, sabiendo que su mamá no llegaría a otra Navidad, Jen le preguntó si grabaría mensajes para cada uno de sus seres queridos: sus hijos, su esposo y la familia de su hermana. Su mamá se mecía suavemente en la silla mientras Jen presionaba el botón de grabar.
En total capturaron siete mensajes. La voz de su mamá era lenta y cansada, pero cada palabra estaba llena de amor, sabiduría y aliento. Cuando terminó, miró a Jen y le dijo:
“Estoy cansada ahora. Necesito descansar.”
Nunca volvieron a hablar.
Su mamá no grabó un mensaje solo para Jen, y Jen no lo necesitaba. Estar allí, ayudarla a crear esas “pequeñas cápsulas de tiempo llenas de amor y consejos”, fue el regalo.
Cuando llegaron las fiestas, Jen envió a cada miembro de la familia su grabación. Algunos la escucharon de inmediato; otros esperaron hasta sentirse preparados. Ahora cada uno tiene una parte de su mamá que puede conservar para siempre.
“Aférrense a los recuerdos, graben las voces y cuenten sus historias. Son el regalo más grande que podemos dar y recibir.”
La mamá de Jen, Kathy Shoemaker, falleció el 9/7/2019 a causa de un cáncer de pulmón/cerebral en etapa 4, pero su voz sigue hablando a las vidas de quienes amó.
De: Anónimo – cuidador y amigo
No todos los regalos significativos son serios. A veces son deliciosamente irreverentes.
Un cuidador compartió la historia de una taza que le compró a una amiga que estaba atravesando el susto de un posible cáncer. En la taza se leía:
“Si las lágrimas quemaran calorías, ya sería supermodelo.”
A su amiga le diagnosticaron cáncer de tiroides en 2024. Después de la cirugía y la radiación, quedó libre de cáncer, pero esa taza se convirtió en una compañera habitual, haciéndola reír cada vez que la usaba.
Más tarde, ella le pasó la taza a su hermana, que estaba atravesando un divorcio. Su hermana soltó una carcajada cuando la abrió.
“A veces, una sonrisa es el inicio de la recuperación.”
Para quienes quieran una propia, la taza se puede encontrar en Etsy
De: Lisa – creadora de luz
Lisa compartió la historia de una vela hecha por la esposa de un bombero que luchaba contra un cáncer de pulmón en etapa 4.
Lo que empezó como verter cera no se trataba solo de hacer algo bonito. Se trataba de crear un poco de luz en una temporada muy oscura.
Cada vela se convirtió en:
• una oración silenciosa,
• un pequeño acto de esperanza,
• un recordatorio de que, incluso cuando el mundo se siente insoportablemente pesado, todavía podemos brillar.
Como lo describe Lisa:
“Es más que una vela: es valentía que puedes sostener en la mano.”
De: Bron Watson – mamá, sobreviviente, dadora
Bron ha pasado por múltiples diagnósticos de cáncer: cáncer de mama en 2017 y mieloma múltiple en 2023. Bromea diciendo que colecciona diagnósticos como otras personas coleccionan plantas de interior.
En una temporada festiva, todavía estaba calva, recuperándose de un trasplante de médula ósea y tratando de sobrellevar la vida con cinco hijos varones (tres de ellos estaban en la habitación de al lado mientras ella intentaba reunir la energía necesaria para simplemente seguir adelante).
Entonces sonó el timbre.
Dos desconocidos de una iglesia local estaban allí, cada uno con una bolsa de la compra llena de comida y golosinas. Alguien les había dado su nombre.
Dentro de las bolsas había productos de uso diario y pequeños extras: comida, cositas para los niños, polvo para preparar natillas y un pastel. Nada extravagante. Solo un gesto profundamente considerado.
Para alguien a quien nunca le resultó fácil pedir ayuda, ese simple acto de bondad atravesó su agotamiento y su incredulidad. Le recordó que:
• recibir no es debilidad,
• todos necesitamos conexión,
• no estamos hechos para afrontar las cosas difíciles en soledad.
Aquel envío sorpresa hizo más que alimentar a su familia. Alimentó su espíritu.
Ahora, cada vez que se entera de que alguien está pasando por un momento difícil, Bron llena una bolsa reutilizable con víveres prácticos y la entrega en persona, simplemente porque conoce de primera mano el poder de ese gesto.
“Conozco el regalo de dar”, dice. Y para otros, ella se ha convertido en la misma amabilidad que una vez apareció en la puerta de su casa.
Gracias a todas las personas que compartieron sus historias con nosotros antes de que la temporada navideña entre de lleno en modo “dar regalos”.
Estas historias nos recuerdan que el verdadero significado de estas fiestas no está en cuánto gastamos, sino en cuánto nos importan los demás. Los regalos más significativos:
• alivian la carga de alguien,
• le recuerdan que no está solo o sola,
• dan testimonio de su vida y le dicen “Tú importas”,
• capturan una voz o un momento que de otro modo podría perderse,
• traen alegría, humor y luz a los días más difíciles.
Cuando la vida se siente abrumadora, un gesto amable —un cuaderno, una letra enmarcada, un reportaje en una revista, una hilera de luces navideñas, un mensaje grabado, una taza graciosa, una vela hecha a mano o una bolsa de víveres— puede significar el mundo entero.
Ese es el poder de un regalo significativo dado desde el corazón: a un familiar, a un amigo, a una persona paciente o incluso a un desconocido.
De parte de todo el equipo del podcast Cancer Bites y de Creciendo Para Dar, te deseamos una temporada navideña amable y llena de esperanza. Que este año puedas dar—y recibir—un regalo especialmente significativo.
Y si te gustaría seguir escuchando historias como estas, sintoniza el podcast Cancer Bites, producido por Creciendo Para Dar. Cada semana reunimos a sobrevivientes, cuidadores, profesionales de la salud y voces compasivas de todos los ámbitos de la vida para compartir sus experiencias, sus aprendizajes y su luz.
Rebecca Bloom
Autora de When Women Get Sick: An Empowering Approach for Getting the Support You Need
• Sitio web: whenwomengetsick.com
• Libro: disponible en Amazon
• Instagram: @whenwomengetsick
Edward Miskie
• Sitio web / Festival: remissionfilmfest.com
• Correo electrónico: edwardmiskie@gmail.com
• LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/edwardmiskie
• URL de la empresa: https://remissionfilmfest.com
• Página de experto destacado: https://featured.com/p/edward-miskie
Nancy Thompson
• URL de la empresa: vorticom.com
• Substack: https://theaccidentalpublicist.substack.com/
Jen Davidson
• Sitio web: jenshoemakerdavidson.com
Lisa
• Vela: https://www.rriveter.com/products/candle-9-oz-riveting?_pos=1&_sid=73f83ae74&_ss=r
Bron Watson
• The Serenity Project: https://www.bronwatson.com.au/
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